El neoliberalismo se puede entender, por un lado, como una actualización de la teoría liberal clásica, una ideología que presupone que el libre mercado es el motor de la riqueza de los ciudadanos y sobre el que el Estado no puede intervenir o sólo lo debe hacer de forma mínima para garantizar que sus propias reglas funcionen. Por otro lado, esta nueva expresión del capitalismo (ya no tan nueva en realidad) no solo limita la intervención del Estado -de lo público-, sino que extiende su lógica a todos los órdenes de la vida llegando a conformar relaciones sociales y a crear nuevas subjetividades determinadas por la lógica de la competencia. Hablar de salud mental y capitalismo hoy no es solo considerar las consecuencias de la privatización y los recortes en relación con los recursos asistenciales; es también advertir de los artificios “culturales” del sistema, y es, cómo no, insistir en las consecuencias demostradas de la crisis económica, de la pobreza y la precariedad, en la salud mental.
El objetivo de esta presentación es presentar las consecuencias del neoliberalismo en las políticas de salud y salud mental; la relación entre sufrimiento psíquico y neoliberalismo (individualismo, pérdida de vínculos, inestabilidad, incertidumbre, identidades); y la necesidad de trasformaciones profundas que propicien una salud mental colectiva.